La banda de robacarros “del March blanco”, un secreto a voces en las afueras del Hospital General de Zona No. 14 del IMSS

Redacción/A40Grados.mx

A menos de dos meses de que se cumplan 11 años de que fue inaugurado el Hospital General de Zona No. 14 del IMSS, en Hermosillo, Sonora, las afueras de este nosocomio se han convertido en todo un negocio por el robo de vehículos y autopartes, sin que haya autoridad que frene estos delitos.

La unidad médica ubicada en Avenida Tecnológico y República de Cuba, en la colonia Mirasoles de la capital sonorense ha sido desde que comenzó a operar en 2014, el modus vivendi de toda una mafia de robacarros que a diario desvalijan a quienes acuden al lugar y deben dejar sus vehículos en los alrededores.

“Todos los días es una robadera, a nosotros no nos han dejado sin carro porque nos quedamos arriba”, revelan los taxistas que brindan sus servicios a los derechohabientes o sus familiares quienes, a falta de estacionamientos, se ven obligados a dejar sus carros estacionados en las calles aledañas.

Comerciantes de la zona señalan que los robacarros llegan en auto y saben que se trata de un March blanco sin placas, de donde baja el copiloto y comete el ilícito sin que nadie denuncie pues tienen temor a represalias de los maleantes.

De esta forma llegan con llaves maestras y herramientas y abren los autos con toda tranquilidad, aprovechando el largo tiempo que pueden durar las personas dentro del hospital.

“A mí me dejaron sin una llanta con todo y ring”, reveló un médico especialista, que salió de su jornada laboral y se percató del robo y de que los delincuentes habían dejado un jack en el lugar.

Un familiar de un paciente, quien dejó un pick up por varias horas, encontró su auto desvalijado y lo dejaron sin sus herramientas de trabajo.

La familiar de una derechohabiente, quien acudió este miércoles 26 de febrero al hospital a agendar una cita y debió esperar más tiempo del estimado, encontró que su auto había sido abierto sin forzarlo para sustraer la batería, dejándola imposibilitada para regresar a su hogar.

“De puro milagro no me dejaron sin carro, no se lo llevaron porque no quisieron, lo abrieron con toda tranquilidad a pesar de que el carro estaba en un lugar cercano a una cámara de videovigilancia ubicada dentro del hospital, que me dijeron que no sirve”, expresó la afectada, quien puso el reporte en el 9-1-1, alrededor de las 14:00 horas, pero la unidad policiaca nunca llegó.

Agregó que momentos antes de hacer la denuncia circularon por el sitio unidades de la Policía Municipal, Policía Estatal y hasta militares de la Guardia Nacional en aparentes rondines que al parecer no impiden que se sigan cometiendo los robos de autopartes y autos completos.

Personas entrevistadas en los alrededores, quienes sólo accedieron a dar su testimonio en el anonimato señalan que los robos en el lugar se han vuelto algo “normal” porque los mismos policías están coludidos con los ladrones y este delito se ha vuelto ya una “empresa” que nadie denuncia.

“Al mes me toca llevar al menos unos dos clientes que los rateros dejaron sin carro”, reveló un taxista que circulaba por el sitio.

“Hace unos días me tocó que de esta calle se llevaron 4 baterías, son los del March blanco, son dos chavalos jóvenes”, dijo un vendedor de comida instalado cerca.

La mujer afectada recogió otros testimonios de personas que laboran fuera del hospital para hacer pública su denuncia, quienes accedieron a dar información siempre y cuando no se manejara su nombre y comentaron que los afectados y las autoridades del hospital deben exigir mayor vigilancia en las calles aledañas, porque a más de una década no se ha logrado combatir estos delitos, lo cual ha afectado a infinidad de personas, ante la presunta impunidad y complicidad de las autoridades policiacas.