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Cultura

¿Conoces el origen de la expresión ‘vete a la porra’?

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Es una de las frases más populares del castellano para mostrar molestia, desdén o incluso para mandar a alguien muy lejos. Pero, aunque su uso es cotidiano, pocos conocen el curioso origen de esta expresión

Ciudad de México.- ‘¡Vete a la porra!’ es de esas frases que hemos escuchado (o dicho) en más de una ocasión. Puede aparecer en una discusión con amigos, en un momento de humor familiar o incluso en una conversación espontánea. Aunque a veces suena brusca, también puede emplearse con un tono cómico, dejando en claro que no siempre tiene una intención seria. Lo curioso es que, a pesar de ser tan común, pocos se preguntan de dónde proviene esta expresión y qué significa realmente.

Origen militar: una cuestión de disciplina

El nacimiento de ‘¡Vete a la porra!’ se remonta a los antiguos regimientos del Ejército español. En aquella época, el tambor mayor, encargado de coordinar las formaciones y marchas, llevaba consigo un bastón ornamentado conocido como “la porra”. Este objeto no solo tenía una función decorativa, sino también simbólica y disciplinaria.

Durante los descansos en los campamentos militares, el tambor mayor solía clavar la porra en un lugar visible, como una señal para indicar el punto donde los soldados debían permanecer arrestados tras cometer faltas leves. Así, cuando un oficial quería imponer un castigo, ordenaba al infractor: “¡Vaya usted a la porra!”, refiriéndose al sitio donde debía cumplir su sanción.

Este lugar, alejado del resto de los soldados, era una forma de aislamiento que servía como castigo disciplinario, pero también como un recordatorio de la jerarquía y el orden dentro del regimiento.

De los campamentos militares a la vida cotidiana

Con el paso del tiempo, la expresión ‘¡Vete a la porra!’ trascendió su uso estrictamente militar y se incorporó al lenguaje popular. En su evolución, perdió su significado literal relacionado con el lugar de castigo y adoptó un tono más general y coloquial.

Hoy en día, cuando alguien dice esta expresión lo hace con la intención de expresar desdén, cansancio o de invitar a otra persona a alejarse. Aunque la frase mantiene un tono algo despectivo, en muchos contextos también se utiliza con humor o como una broma, dependiendo de la relación entre los interlocutores.

Otras expresiones similares

El español es un idioma rico en expresiones coloquiales, y ‘¡Vete a la porra!’ no es la única frase que usamos para mostrar disgusto o desdén. Algunas expresiones similares incluyen:

‘¡Vete al cuerno!’: Tiene un significado similar y también se usa para desestimar a alguien.

‘¡Vete al carajo!’: Popular en países de América Latina, con un tono más fuerte y ofensivo.

‘¡Que te den!’: Una forma más directa y brusca de expresar enojo o rechazo.

Expresiones similares en otros idiomas

El concepto de mandar a alguien lejos o desestimar una conversación no es exclusivo del español. Otros idiomas también tienen frases que cumplen esta función. Por ejemplo:

En inglés, se dice ‘Go to hell!’ (¡Vete al infierno!).

En francés, es común usar ‘Va te faire voir!’, que significa literalmente “¡Ve a hacerte ver!”.

En italiano, se dice ‘Vai al diavolo!’, que significa “¡Ve al diablo!”.

La evolución de una expresión con historia

Lo fascinante de ‘¡Vete a la porra!’ es cómo una expresión con un origen tan específico y militar ha llegado a formar parte del lenguaje cotidiano. Su transformación de una orden disciplinaria a una frase coloquial es un ejemplo claro de cómo el idioma evoluciona y se adapta a las necesidades de comunicación de cada época.

Aunque muchas personas que usan esta expresión hoy en día no conocen su origen, su historia nos recuerda cómo el lenguaje refleja las costumbres y las prácticas de sociedades pasadas. No solo es una forma de hablar, sino también una conexión con nuestro pasado histórico y cultural.

Agencias

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Cultura

Qué hay detrás de las ‘ladies’ y ‘lords’ en México?

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Ciudad de México.- En la última década abundan los vídeos en redes sociales de personajes apodados “ladys” y “lords”, personas que son captadas en video, protagonizando momentos marcados por el abuso, prepotencia, racismo, clasismo, incluso golpes.
Lo que empieza con unos cuantos segundos de video, termina en la conversación de miles de personas en redes sociales, incluso, siendo un fenómeno social.
Pero, ¿Qué significa esto?, ¿Por qué burlarnos de una situación que se caracteriza de un abuso o de violencia?
Así empezó este fenómeno social
Aunque este tipo de situaciones suelen ser motivo de burla, es preocupante que desde hace años, cada cierto tiempo, algún personaje refleja la gran desigualdad y los ideales negativos que existen en gran parte de la sociedad mexicana.
Para entender el origen de este nombre debemos remontarnos al año 2011, con las primeras dos personas que lo recibieron, un par de mujeres fueron detenidas en Polanco en estado de ebriedad, su respuesta fue una serie de comentarios violentos, incluso intentaron golpear a los oficiales, tras el incidente las apodaron “ladies Polanco”, rápidamente se viralizaron en internet.
Las “ladies” y los “lord”, continuaron aumentando, otro caso de los más famosos fue “Lady Profeco”, la hija de un funcionario que se negó a tomar un tiempo de espera y amenazó a los trabajadores, dejando una de las frases más icónicas para la mayoría de los “lords” y “ladies”, “no sabes con quién estás hablando, comentó.
“Ladies Polanco”, primeras personas en recibir estos apodos
¿Por qué se hacen virales?
Más allá de provocar risas y descontento, la mayor parte de estas situaciones comparten algo: la indignación.
De acuerdo con Mariluz Garay, profesora de Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México, argumentó en una entrevista hace un par de años la razón de este fenómeno.
“Para triunfar con ese apodo en México son necesarias dos cosas: creerse por encima de la ley y que haya una cámara de video”, “El nombre (lady y lord) parte de un prejuicio social o de un resentimiento de clase. El hecho de que las llamen así es porque los asocian con personas de clase alta con mucho poder y con estos adjetivos le dan un toque irónico al suceso”. Además, comentó que “la gente encuentra placer en ver a los ricos, que creen que pueden saltarse la ley, haciendo el ridículo”
Son algunas de las razones que explicó la profesora que también ha realizado varias investigaciones en temas cercanos a redes sociales.

Agencias

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Cultura

Aguas con esta falta de ortografía

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La manera en la que escribimos algunas palabras o expresiones cambia por completo lo que queremos decir

Ciudad de México.- ¿Alguna vez te has equivocado al utilizar ‘a ver’ o ‘haber’? No eres el único. Escribir bien estas palabras se ha convertido en un logro para muchos. Y es que, estas son el ejemplo perfecto de lo que los españoles conocemos comopalabras homófonas: aquellas que suenan igual, pero se escriben diferente.

Hay faltas de ortografía que pueden pasar desapercibidas, pero otras pueden cambiar el sentido completo de una frase. Y en muchos casos, el oído nos engaña, como lo hace en esta ocasión. Por ello, es imprescindible conocer en qué contexto se utiliza cada una para no caer en fallos de comunicación.

Cuál es la diferencia entre ‘a ver’ y ‘haber’
Según la Real Academia Española (RAE), “aunque a ver y haber se pronuncian de la misma forma, deben distinguirse adecuadamente en la escritura”.

1. El uso correcto de ‘a ver’
Se trata de la secuencia constituida por la preposición a y el infinitivo verbal ver:

Vete a ver qué nota te han puesto.
Los llevaron a ver los monumentos de la ciudad.
Como expresión fija, presenta distintos valores y usos. En tono interrogativo, se emplea para solicitar al interlocutor que nos deje ver o comprobar algo:

Mira lo que he comprado. – ¿A ver?
También puede expresar, en general, expectación o interés por saber algo, y va normalmente seguida de una interrogativa indirecta:

A ver cuándo nos dan los resultados.
Se utiliza para llamar la atención del interlocutor antes de preguntarle, pedirle u ordenarle algo:

A ver, ¿has hecho lo que te dije?
A ver, trae el cuaderno.
Equivale a claro o naturalmente, como aceptación de algo que se considera inevitable:

Pero ¿al final ustedes van? – ¡A ver! Si no lo hacemos, perdemos el dinero de la reserva.
Delante de una oración introducida por la conjunción si, expresa, bien expectación, curiosidad o interés, a veces en forma de reto; bien temor o sospecha; bien deseo o mandato:

¡A ver si adivinas lo que estoy pensando!
A ver si te caes.
A ver si eres más organizado de ahora en adelante.
En muchos de estos casos la secuencia a ver puede reemplazarse por veamos, lo que pone de manifiesto su relación con el verbo ver y no con el verbo haber:

A ver con quién aparece mañana en la fiesta (= Veamos con quién aparece mañana en la fiesta).
A ver si te atreves a decírselo a la cara (= Veamos si te atreves a decírselo a la cara).

2. El uso correcto de ‘haber’
La palabra ‘haber’ puede ser un verbo o un sustantivo. Como verbo, se usa como auxiliar, seguido de un participio, para formar los infinitivos compuestos de la conjugación:

Haber venido antes.
Tiene que haber sucedido algo.
Sigo sin haber entendido lo que ha pasado.
También se emplea como infinitivo del verbo impersonal que denota la presencia o existencia de lo designado por el sustantivo que lo acompaña:

Parece haber un chico esperándote en la puerta.
Tiene que haber muchas cosas en el frigorífico.Como sustantivo, haber es masculino y significa, en general, ‘conjunto de bienes o caudales de una persona’:

Agencias

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Cultura

Estado, nación y país son conceptos distintos

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A pesar de que en el día a día las tres palabras son usadas como sinónimos, su definición varía

Ciudad de México.- En el lenguaje cotidiano, los términos país, nación y Estado suelen utilizarse como sinónimos. Sin embargo, desde una perspectiva política, jurídica y sociológica, hacen referencia a conceptos distintos que conviene conocer para comprender mejor cómo se organiza el mundo. Esta distinción es especialmente relevante en debates sobre soberanía, identidad, autodeterminación y relaciones internacionales. Este es el significado de los distintos términos.

¿Qué es un Estado?

El concepto de Estado tiene una definición jurídica precisa. Según la Convención de Montevideo de 1933, un Estado debe contar con cuatro elementos fundamentales: una población permanente, un territorio definido, un gobierno y la capacidad de establecer relaciones con otros Estados. Es decir, el Estado es la estructura legal y política que administra un territorio y ejerce el poder soberano en él.

El sociólogo alemán Max Weber definió al Estado como “la institución que posee el monopolio legítimo de la violencia dentro de un territorio determinado”. Lo que se puede interpretar como el conjunto de instituciones que tienen el poder de hacer cumplir las leyes y organizar la vida pública.

¿Qué es una nación?

Por su parte, el término nación tiene un carácter más cultural. Se refiere a una comunidad humana que comparte elementos comunes como el idioma, la historia, las tradiciones, la religión o la identidad étnica. Según el sociólogo Benedict Anderson, una nación es “una comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana”.

Las naciones no siempre coinciden con los Estados. Por ejemplo, el pueblo kurdo es considerado una nación, pero no tiene un Estado propio. De igual modo, algunos Estados están formados por varias naciones, como el Reino Unido, donde coexisten las naciones de Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

¿Qué es un país?

El término país es considerado el más flexible y ambiguo de los tres. En general, se usa como sinónimo coloquial de Estado, aunque también puede referirse simplemente a una unidad territorial o geográfica reconocida internacionalmente, independientemente de sus características políticas. El Diccionario de la Real Academia Española lo define como “territorio, con características geográficas y culturales propias, que puede constituir una entidad política dentro de un Estado o estar conformado como tal”.

Las diferencias

Así, se puede hablar de países que no son Estados plenamente soberanos, como Escocia o Puerto Rico, o de Estados que contienen múltiples países en su interior. En definitiva, aunque los términos país, nación y Estado suelen emplearse de forma indiferente, sus significados varían. Un Estado es una entidad jurídica y política con soberanía reconocida, mientras que una nación es una comunidad cultural o identitaria que puede o no tener un Estado propio. Por último, el término país es más general, hasta el punto en el que puede referirse a una nación o a un Estado.

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